El estilo y la forma de vida mediterránea tiene unas características peculiares que su arquitectura intenta de alguna u otra forma, reflejar. En este sentido, muchas de las casas estás cubiertas de estuco de yeso blanco tanto en el exterior como en el interior para absorber la luz solar, un elemento que celebra el diseño mediterráneo de interiores. También es muy común encontrarnos con un patio interior, donde las tejas de barro utilizadas en la parte frontal, dejan paso a otros materiales que llaman a la estética natural de este tipo de construcciones. Nos referimos hablamos a las hojas de palmera o bambú.
En cuando al aspecto de la fachada, los colores adquieren especial importancia, y se suele recurrir a ellos como una muestra del carácter refrescante de sus interiores y de la propia arquitectura en sí. Si hablamos de materiales, nos encontraremos con adoquines de terracota, adornados con motivos naturales (la esencia mediterránea).